La corcova es un corte que necesita paciencia, pues hay mucha preparación antes de llevarlo a la parrillera para que quede tierna y sabrosa. Pero en el caso de que usted tenga disposición, es posible sorprender en el próximo asado con esta carne de sabor mantecoso.
La preparación se divide en tres partes: una marinada, la cocción en la olla a presión y en la parrillera por fin.
Para hacer la marinada, necesitaremos los siguientes ingredientes:
- 1 pieza mediana de corcova, como esta de nuestra línea Grill
- 50 ml de mostaza
- 3 cucharadas de miel
- 2 cebollas picadas
- 2 tomates picados
- Ajo aplastado a gusto
- Perejil y cebollín a gusto
- Pimienta calabresa a gusto
- Sal gruesa (o entrefina) (para cada kg de carne, 1 cucharada sopera llana)
- 1 taza de agua
En un bol hondo, mezcle todos los ingredientes: la mostaza, la miel, las cebollas, los tomates, el ajo, el perejil, el cebollín, la pimienta calabresa, la sal gruesa (o entrefina) y el agua. Después haga agujeros en la corcova y el condiméntela en el bol con la mezcla que hizo usted.
Tape el bol (usted puede usar papel film para eso) y lleve a la heladera por lo menos por 24h para que la carne agarre todos los sabores.
Ahora pasaremos a la cocción y usted necesitará 50 gramos de panceta picada y 2 cucharadas llanas soperas de azúcar.
Dos horas antes del asado, caliente una olla a presión que quepa la pieza de corcova. Eche el azúcar y deje que dore sin que se queme.
Después añada la panceta picada y la carne sin los condimentos para que se dore la carne por todos lados. Al estar dorada, vierta la mezcla de condimentos en la olla a presión, ciérrela y deje que cocine por alrededor de 2 horas para ablandarla.
Probablemente no será necesario, pero si desea, agréguele un poco más de agua.
Cuando esté la carne cocida, llévela a la parrillera para que se haga. Como la carne ya está cocida y solamente queremos crear una cascarita crocante, usted podrá dejarla bien cerca del fuego por algunos minutos de cada lado, rocíela con el caldo de la olla a presión a veces para que no se seque.
¡Retire la carne del fuego, deje que descanse por cinco minutos, córtela y sírvala!