Con el lomo (solomillo), uno nunca se equivoca. Es una carne tierna, jugosa, deliciosa y con un sabor suave perfecto para acompañar salsas más fuertes.
Una salsa que es increíble con lomo es la de gorgonzola o roquefort. Entonces apunte los ingredientes para nuestra receta:
- 500 gramos de lomo (solomillo)
- 250 gramos de queso gorgonzola o roquefort
- 2 tazas de té de crema de leche fresca
- 1/2 taza de té de leche
- Sal a gusto
- Pimienta blanca molida a gusto
- Pimienta negra molida a gusto
- Aceite de oliva
El primer paso es cortar el lomo en bistecs de dos dedos. Deje aparte mientras preparamos la salsa.
Corte el queso en pedazos pequeños y llévelo a una olla a fuego bajo. Deje que el queso derrita, revolviendo con una cucharada para que no se pegue.
La salsa requiere atención y paciencia, pues se hará solo con fuego bajo. Cuando la mayor parte del queso esté derretido, agregue la crema de leche fresca y la leche y revuelva bien hasta que forme una crema homogénea.
Deje calentando en la olla hasta que tome cuerpo. Si usted desea, puede añadirle un poco de maicena para ayudarlo en eso.
Pruebe la salsa, pues dependiendo del queso, no será necesario añadirle sal. Condimente con sal a gusto y pimienta blanca molida y deje aparte al estar en el punto deseado.
Con la salsa lista, pasemos a la carne. Condimente el lomo con sal y pimienta negra a gusto y enmanteque los bistecs con aceite de oliva.
Atención para enmantecar todas las partes de la carne con el aceite de oliva, pues no usaremos aceite en la sartén para prepararlos.
Coloque una sartén sobre un fuego bien fuerte. Al estar bien caliente, añada los bistecs y selle cada lado de 2 a 4 minutos, según el punto de la carne que a usted más le guste.
Recuérdese: cuanto más tiempo quede la carne en el fuego, más cocida quedará. Y cuanto más cocida, menos tierna y jugosa.
Con la carne finalizada, déjela descansar mientras usted calienta la salsa nuevamente. Sirva la carne con legumbres cocidas en el vapor y la salsa de queso.
Un vino blanco también lo puede acompañar. ¡Buen provecho!