Para el que le gusta la carne, hay pocos olores que abren el apetito como el de la carne haciéndose al horno. Y no hay nada más decepcionante que descubrir que ese aroma viene de una carne seca y dura.
Por eso, para hacer una carne al horno suculenta por dentro, dorada por fuera y muy sabrosa, siga nuestros consejos.
1. Cocine cortes enteros de la carne
Para obtener una carne suculenta, lo ideal es cocinar cortes enteros y grandes de carne porque la cocción es más lenta con relación a las otras formas de preparación. Por lo tanto, evite cortar la carne antes de llevarla al horno.
Los cortes con hueso o un poco de grasa son los mejores para hacer al horno porque dichas características ayudan a mantener la carne húmeda. Si está en duda sobre qué corte comprar, nuestro consejo es elegir entre colita de cuadril, costilla bovina, paleta de cordero, picaña (tapa de cuadril), cuadril, bife angosto o nalga de adentro.
2. Cómo condimentar la carne para hacer al horno
El condimento para la carne al horno depende del gusto de cada uno, por supuesto. En general, condimentar con sal es una estrategia que no tiene error – usted puede, inclusive, usar la sal gruesa para hacer una “cama” para la carne y después golpearla como si la hubiera hecho a la parrilla.
Otro consejo para condimentar la carne que irá al horno es marinarla. De esta forma, absorberá todos los sabores de los condimentos y quedará más suculenta.
Tenemos diversas recetas de carne asada con marinadas, como carne asada con ajo, tapa de cuadril a la salsa de naranja, colita de cuadril al ajo y vino, joroba de cebú con chorizo y vino, nalga de adentro con papas y mucho más en la sección de recetas del blog.
3. Cómo no dejar resecar la carne en el horno
Para eso, el primer paso es asar el corte entero de la carne como citamos anteriormente. Cuanto menor o más cortada en rebanadas esté la carne, habrá más chances de quemarla.
Otro punto importante es cubrir la carne con papel aluminio mientras se asa y retirarlo solamente durante los minutos finales de cocción para dorar. Esto ayudará a mantener la humedad de la carne.
Y, por último, no abandone la carne en el horno mientras se asa. Verifique cada media hora su punto -basta presionarla con el dedo: cuanto más blanda, más cruda está y cuanto más firme, más al punto. Y, para carnes con hueso como la costilla o la paleta, en cuanto la carne empiece a despegarse del hueso, estará lista para servir.