El bienestar animal está cada vez más en el centro de la atención y las prioridades de los consumidores. Más que una cuestión ética, un estudio reciente (Role of sustainability attributes and occasion matters in determining consumers’ beef choice) revela que, en la producción de carne de res, esta cuestión se considera incluso uno de los pilares de la sostenibilidad.
Es una prioridad innegociable que garantiza no sólo la calidad de los productos, sino también la calidad de vida de los animales a cargo de los productores.
Sin embargo, con la previsión de que la demanda de productos animales se duplique en las próximas décadas —impulsada por el crecimiento demográfico y la prosperidad económica— surge un desafío: ¿cómo pueden los sistemas de producción adaptarse para satisfacer estas nuevas demandas sin comprometer el bienestar animal? A continuación, exploramos la relevancia de esta cuestión en la ganadería moderna.
Salud física y mental
El bienestar animal, según la Organización Mundial de Sanidad Animal, se refiere al «estado físico y mental de un animal en relación con las condiciones en que vive y muere». Este concepto abarca la salud de los animales, las condiciones en que se les mantiene y sus interacciones sociales. Una gestión adecuada debe garantizar que los animales tengan acceso a alimentos y agua de calidad, refugio seguro, atención veterinaria adecuada y la oportunidad de expresar comportamientos naturales y sentimientos positivos a lo largo de su vida.
Los animales que viven bien crecen mejor
Una gestión respetuosa con el bienestar animal no sólo da lugar a productos de mejor calidad, sino que también contribuye a la eficiencia de los sistemas de producción. Cuando los animales se crían en entornos adecuados que garantizan el acceso a atención veterinaria, una dieta equilibrada y espacio para comportamientos naturales, tienden a estar más sanos, desarrollarse mejor y estresarse menos.
El bienestar es también productividad…
Los animales sanos requieren menos insumos y tienen una menor tasa de mortalidad, lo que minimiza el despilfarro de recursos como agua y alimentos. Cuando se crían en condiciones que satisfacen sus necesidades, se desarrollan más rápidamente y dan lugar a productos de mayor calidad. Las prácticas que dan prioridad al bienestar animal reducen los costes de explotación y la necesidad de intervenciones veterinarias, además de aliviar la presión sobre los recursos naturales.
… y sostenibilidad
El bienestar animal también va de la mano de las prácticas sostenibles. Una gestión que dé prioridad a este aspecto contribuye también a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, preservar los recursos hídricos y restaurar la salud del suelo. Por ejemplo, los sistemas de pastoreo rotativo mejoran el bienestar animal porque proporcionan acceso a pastos frescos y nutritivos y permiten comportamientos naturales. La reducción del uso de antibióticos en la alimentación animal también evita la contaminación del agua y el suelo. Además, las dietas equilibradas suelen traducirse en un uso más eficiente de los recursos y una menor huella ecológica en la producción.
Una buena alimentación
Una dieta equilibrada que satisfaga las necesidades nutricionales específicas de cada especie es esencial para garantizar un desarrollo adecuado, una reproducción eficaz y una producción optimizada. Una alimentación de calidad garantiza el acceso a nutrientes vitales y ayuda a prevenir enfermedades y problemas metabólicos que pueden poner en peligro la salud y el bienestar. También favorece la expresión de comportamientos naturales, reduciendo el estrés y mejorando la calidad de vida, lo que en última instancia se traduce en productos de mayor calidad para el consumidor.
Atención al transporte
El transporte de animales es una fase crítica de la cadena de producción que merece especial atención y debe planificarse y ejecutarse cuidadosamente para garantizar el máximo confort y seguridad de los animales. Unas condiciones inadecuadas pueden provocar estrés, sufrimiento e incluso la muerte de los animales, lo que repercute negativamente en la calidad de los productos finales. Por eso son esenciales la planificación de las rutas, el uso de tecnología avanzada y vehículos adecuados que garanticen la seguridad y la comodidad durante el viaje y reduzcan la huella de carbono asociada a los desplazamientos.
Temperatura adecuada
Mantener un control adecuado de la temperatura durante el transporte y en las instalaciones de cría es esencial para el bienestar de los animales. Las temperaturas extremas pueden causar estrés térmico, afectando a la salud y la productividad. Los sistemas de control del clima ayudan a garantizar que los animales se encuentren en entornos que garanticen su comodidad tanto en condiciones normales como adversas.
El descanso es fundamental
Ofrecer periodos de descanso adecuados a lo largo de su vida productiva y después del transporte es una práctica que no sólo respeta la salud de los animales, sino que también es crucial para mejorar su desarrollo y bienestar general.
El bienestar animal es una preocupación y demanda mundial
Los productores de varios países se han comprometido con iniciativas que promueven el bienestar animal. En la Unión Europea, por ejemplo, la «Farm to Fork Strategy» y Re-Livestock fomentan la elaboración de protocolos que garanticen un trato humano a los animales en todas las fases de producción, promueven programas de formación para los trabajadores centrados en prácticas de gestión respetuosas con el bienestar animal y abordan las mejores prácticas para el transporte.
El bienestar animal es un compromiso de Minerva Foods
Minerva Foods está comprometida con el bienestar animal y aplica diversas prácticas para garantizar que cada animal sea tratado con el máximo respeto y dignidad en cada fase de la producción. La empresa adopta protocolos estrictos que incluyen el manejo humanitario, garantizando que los procesos de transporte y sacrificio se lleven a cabo con el menor estrés posible. También invierte en la formación de los empleados, promoviendo una cultura de respeto y cuidado de los animales, e implanta sistemas de control que garantizan el cumplimiento de las normas de bienestar animal. Gracias a estos esfuerzos, ha conseguido la certificación PAACO (Professional Animal Auditor Certification) en todas sus unidades de producción y la certificación GAP – Pasture Raised – Global Animal Partnership en sus granjas de Uruguay.
Referencia bibliográfica: Libro «Bem-estar animal como valor agregado nas cadeias produtivas da pecuária»
«El bienestar animal como valor añadido en las cadenas de producción ganadera».